desinterés.... en ellos
Debo confesar que me encanta ser mujer. Disfruto al detalle cada uno de los placeres de este género, pero sin duda el más interesante, es salir con hombres.
Los hombres son, aunque no me gusta generalizar, como las adivinanzas por muchas que haya o diferentes que parezcan, terminan funcionando con la misma lógica, que después de un tiempo de ejercitar, deja de ser misteriosa.
Una vez, después de años de relaciones estables y duraderas, decidí que era momento de experimentar en otras áreas vinculares. Creí que iba a ser una tarea sencilla, ya que estaba cansada de oír hombres quejarse de las mujeres que siempre buscan novio. Sin embargo me equivoqué.
En un período de casi un año, noté que el interés de los hombres es inversamente proporcional al que perciben en el otro. Pero ojo, no vale fingir porque también hay que reconocer que son muy astutos cuando se lo proponen, sobre todo en cuanto a escapar se refiere.
No se trata de fingir desinterés, realmente hay que sentirlo.
Una vez me crucé con alguien (que conocía hace tiempo pero que nunca me había prestado atención) con quien realmente me interesaba tener algo, pero solo por algunas horas. Gracias a quien sabe que, lo conseguí después de un rato empezó a mostrar interés y tuvimos una gran noche. Lo mejor de esa noche, lo sé, es que fue la única. En un momento su interés tuvo un crecimiento exponencial instantáneo, justo al amanecer. En realidad, no fue el sol lo que lo provocó, sino simplemente un para que querés mi número, no te preocupes, cualquier cosa yo te llamo
En esos meses de exploración, por llamarlo de alguna manera, tuve 3 o 4 encuentros de este tipo con distintos hombres. A todos los conocía desde hacía tiempo, lo único diferente era que ahora, yo no quería una relación. Pero de verdad no la quería, no era una estrategia ni un método, realmente no estaba dispuesta a involucrarme sentimentalmente con ninguno de ellos.
Fue un paréntesis en mi vida, una etapa que a todas nos llega.
Aprendí a disfrutar de los hombres sin amarlos, a desearlos sin extrañarlos, a valorarlos sin idealizarlos y a tenerlos sin sufrir. Creo que valió la pena.
Los hombres son, aunque no me gusta generalizar, como las adivinanzas por muchas que haya o diferentes que parezcan, terminan funcionando con la misma lógica, que después de un tiempo de ejercitar, deja de ser misteriosa.
Una vez, después de años de relaciones estables y duraderas, decidí que era momento de experimentar en otras áreas vinculares. Creí que iba a ser una tarea sencilla, ya que estaba cansada de oír hombres quejarse de las mujeres que siempre buscan novio. Sin embargo me equivoqué.
En un período de casi un año, noté que el interés de los hombres es inversamente proporcional al que perciben en el otro. Pero ojo, no vale fingir porque también hay que reconocer que son muy astutos cuando se lo proponen, sobre todo en cuanto a escapar se refiere.
No se trata de fingir desinterés, realmente hay que sentirlo.
Una vez me crucé con alguien (que conocía hace tiempo pero que nunca me había prestado atención) con quien realmente me interesaba tener algo, pero solo por algunas horas. Gracias a quien sabe que, lo conseguí después de un rato empezó a mostrar interés y tuvimos una gran noche. Lo mejor de esa noche, lo sé, es que fue la única. En un momento su interés tuvo un crecimiento exponencial instantáneo, justo al amanecer. En realidad, no fue el sol lo que lo provocó, sino simplemente un para que querés mi número, no te preocupes, cualquier cosa yo te llamo
En esos meses de exploración, por llamarlo de alguna manera, tuve 3 o 4 encuentros de este tipo con distintos hombres. A todos los conocía desde hacía tiempo, lo único diferente era que ahora, yo no quería una relación. Pero de verdad no la quería, no era una estrategia ni un método, realmente no estaba dispuesta a involucrarme sentimentalmente con ninguno de ellos.
Fue un paréntesis en mi vida, una etapa que a todas nos llega.
Aprendí a disfrutar de los hombres sin amarlos, a desearlos sin extrañarlos, a valorarlos sin idealizarlos y a tenerlos sin sufrir. Creo que valió la pena.
7 comentarios
vero -
juan -
Marcelo -
idem -
Milton -
Miton Ferreira
Leit -
Tu reflexión me dió pena ajena... Me dio la impresión de que ente tanta experiencia y sentimiento (disfrutar, desear, valorar,tener), no ha habido lugar para el verdadero Amor, el Amor de tu vida, el Amor correspondido, el único y verdadero Amor...
Ojalá lo encuentres, aunque para ello tengas que arriesgarte a sufrir, idealizar, extrañar... es decir, a vivir!
Leit
O2wasting -